Hoy 5 de junio se cumple el 50 aniversario de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, cuya primera edición data de 1973.
No debemos olvidar que el 1972 marcó un punto de inflexión en el desarrollo de la política medioambiental internacional, con la primera gran conferencia sobre cuestiones medioambientales, conocida como la Conferencia sobre el Medio Humano, o Conferencia de Estocolmo. Ese mismo año, el 15 de diciembre, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución (A/RES/2994 (XXVII)) por la que se designaba el 5 de junio como Día Mundial del Medio Ambiente y se instaba “a los gobiernos y a las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas a emprender en ese día de cada año actividades en todo el mundo que reafirmen su preocupación por la preservación y el mejoramiento del medio ambiente, con miras a profundizar en la conciencia ambiental”.
Este año está especialmente dedicado a la Contaminación Por Plásticos, lo que resulta particularmente significativo, ya que, legislativamente, hemos vivido una época de grandes avances normativos, sobre todo en nuestro país, con la aprobación de:
- Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular.
- Real Decreto 1055/2022, de 27 de diciembre, de envases y residuos de envases.
- Ley 3/2023, de 30 de marzo, de Economía Circular de Andalucía.
Por otro lado, se ha avanzado en estudios clave que indican los principales problemas que produce este tipo de contaminación:
- Aumento en la intensidad del Cambio Climático: la producción y eliminación de plásticos emite gases de efecto invernadero, contribuyendo al cambio climático.
- Degradación lenta: la mayoría de los plásticos no son biodegradables y pueden tardar entre 500 y 1000 años en descomponerse, lo que significa que su impacto en el medio ambiente es duradero.
- Liberación de sustancias tóxicas: algunos plásticos contienen aditivos potencialmente dañinos que pueden liberarse al medio ambiente durante su descomposición o al ser incinerados, contribuyendo a la contaminación del suelo, agua y aire.
- Contaminación de ecosistemas: los plásticos que no se eliminan correctamente pueden terminar en ríos, mares y océanos, causando graves daños a los ecosistemas marinos. Los animales pueden confundir los plásticos con alimentos y, al ingerirlos, pueden sufrir bloqueos digestivos que a menudo resultan fatales.
- Efectos graves en la vida marina: los plásticos pueden enredar a las especies marinas, provocando su asfixia o inmovilización. Además, los microplásticos, partículas de plástico inferiores a 5 mm, pueden ser ingeridos por la fauna oceánica, acumulándose en la cadena alimentaria. Según datos de las Naciones Unidas, Más de 800 especies marinas y costeras se ven afectadas por esta contaminación debida a ingestión, enredo y otros peligros relacionados con los plásticos; cada año llegan a los océanos unos 11 millones de toneladas de residuos plásticos. Esta cifra podría triplicarse de aquí a 2040.
Las soluciones pasan por potenciar la economía circular como nuevo paradigma económico que llega para sustituir a nuestro modelo actual:
- Rediseño de productos para que su fabricación suponga el uso de menos plásticos
- Creación de nuevos sistemas de envasado y empaquetado para el envío de productos
- Proyección de los sistemas y productos aplicando los principios de la economía circular
Y lo más relevante es que esta solución es sostenible y viable para nuestro planeta y su supervivencia, a la vez que genera nuevos empleos y riqueza en los territorios. Por eso desde CONSIDERA trabajamos en dar soluciones innovadoras a esta nueva situación y en crear nuevos perfiles laborales que serán demandados de aquí al 2030 para satisfacer la demanda creciente de sostenibilidad.