La gran demanda de información sencilla y fácilmente comprensible está disparando el uso de la infografía en los medios de comunicación escritos y audiovisuales. ¿En qué consisten?
Desde que se hiciera pública por fuentes oficiales del Gobierno de China en el mes de diciembre del pasado año la existencia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que produce la enfermedad conocida como COVID-19, la crisis sanitaria se convertido en el tema central de la actualidad informativa a nivel mundial.
En este contexto, la infografía se ha revelado como un arma eficaz para expandir el conocimiento acerca de la enfermedad COVID-19 a un ritmo más acelerado que el propio virus.
Pero ¿qué es la infografía? Es un término periodístico que puede definirse como la representación gráfica de una información donde prima lo visual sobre lo escrito, combinándose imágenes explicativas, gráficos fáciles de entender y textos cortos.
Entre los múltiples motivos que explican su uso generalizado, destacan los siguientes:
- Captan de forma inmediata la atención de la población.
- Crean empatía y su capacidad emocional es bastante alta.
- Pueden adaptarse fácilmente a distintos segmentos de la sociedad.
- Son fácilmente transmisibles por medios digitales y redes sociales.
La diversidad de tipos y formatos hacen que las infografías puedan reproducirse en cualquier medio o canal de comunicación, añadiendo a los medios tradicionales, como la televisión y la prensa, los dispositivos digitales (teléfono móvil, tablet, pc).
Podemos encontrar algunos ejemplos interesantes sobre el uso de la infografía en relación a la enfermedad COVID-19 en las páginas webs de entidades públicas como el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, la edición digital del diaria El País o la Organización Mundial de la Salud.
En esta situación de crisis sanitaria, la infografía está poniendo de manifiesto su capacidad de garantizar que la sociedad entiende claramente el mensaje acerca del problema existente y cómo debe involucrarse para formar parte de la solución, ya que está facilitando que podamos visualizar la “amenaza”.
Hoy todos tenemos en nuestra mente la imagen esférica, con pinchos del coronavirus SARS-CoV-2, cuando nunca antes nos habían ofrecido de forma reiterada imágenes de otros virus.
Al preguntar a las personas con las que tenido algún tipo de contacto virtual en los últimos días sobre el color del coronavirus, casi la totalidad de respuestas se ha producido instantáneamente, por lo que ya existía ese color en su imaginación, seguramente derivado de la visualización de infografías, lo que constata el enorme calado de este tipo de comunicación en nuestra sociedad.
Se augura un futuro prometedor para esta técnica, pues como decía el profesor Roberto Gamonal Arroyo “Si somos capaces de verlo, somos capaces de entenderlo”.