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Me estreno en nuestro blog hablando de un tema que cada vez está adquiriendo más importancia en nuestra sociedad, el desperdicio de alimentos. Pero, ¿qué es esto del desperdicio?

El desperdicio de alimentos, son aquellos alimentos que se tiran a la basura cuando aún pueden ser consumidos. La fruta que no tiene un aspecto agradable, comida que sobra del plato o alimentos cuya fecha preferente ha pasado pero que aún son comestibles (que no están caducados).

La Comisión Europea estima que cada año se desaprovechan en el mundo más de 1.300 millones de toneladas de alimentos en buen estado, en Europa unos 89 millones. Un tercio de lo que producimos, alimentos que podrían alimentar a aquellas personas que pasan hambre… es decir, ¿es necesario tirar tanta comida?

España es el séptimo país que más comida desperdicia (7,7 millones de toneladas) por detrás de Reino Unido o Alemania. Son diversos los focos de desperdicio que justifican estas cifras, pero en el ámbito del hogar, en nuestro país tiramos en un hogar medio (de 2.7 personas), 1.3 kg de comida a la semana, eso hace… ¿Medio kilo de comida que cada uno tiramos a la semana?

Las cifras son abrumadoras pero por suerte, las cifras de iniciativas sociales y políticas para que esta situación cambie también están aumentando. La mejor vía siempre es la difusión de información y el desarrollo de programas educativos.

Actualmente, en Considera estamos trabajando (llevamos ya más de un año de trabajo) en la fase final del Proyecto Europeo Don’t Waste Our Future. Este título define todo un trabajo sobre el desperdicio de alimentos y el consumo responsable. Más allá, el objetivo europeo del proyecto está definido por: “sensibilizar a los jóvenes europeos sobre el desperdicio de comida y el consumo responsable y su conexión con el derecho al alimento, con el fin de convertir a los jóvenes en agentes responsables del cambio a través de la construcción de una alianza europea de jóvenes para el fomento de nuevos modelos de desarrollo y estilo de vida sostenibles.”

Ya estamos en la fase final, pero este proyecto ha conllevado un despliegue en diferentes países europeos de información y talleres escolares. ¿Qué mejor forma hay para sensibilizar que educando?

Hemos participado con los jóvenes de diferentes institutos en la firma de La carta Europea contra el desperdicio de comida que se redactó en el marco de la Expo Milán 2015 a través de un foro de jóvenes y autoridades locales. Se han realizado talleres de difusión y educación. Hemos formado a futuros profesionales (que aún van al instituto) para que adquirieran los conocimientos sobre el tema y las herramientas para el desarrollo de una campaña de difusión y sensibilización en su municipio. Incluso realizaron sesiones peer to peer con los alumnos de los colegios dándoles un taller maravilloso sobre el desperdicio y las buenas prácticas para un consumo responsable.

En mi opinión, bien encaminado estaba el proyecto cuando seleccionó como agentes principales del cambio a los jóvenes, el relevo generacional del futuro. A veces nos olvidamos que somos un sector fuerte de cambio en la sociedad.

Candela Serra