CONSIDERA se une al manifiesto reivindicativo del Día Mundial de la Salud Mental, como mensaje de libertad y esperanza en un tiempo mejor: SALUD MENTAL Y BIENESTAR: UNA PRIORIDAD GLOBAL.
La salud mental en positivo todo lo condiciona e impregna con sus fundamentos los vacíos que producen el silencio, y el olvido de quien no sabe hacia donde caminar. Cuando lo invisible se hace visible, la luz alumbra el destino.
Tenemos que lograr que todos los procesos que rodean a la salud mental se definan desde el enfoque de los derechos humanos, en la lógica de que la dignidad humana no puede aplazarse.
En segundo término, debemos establecer cauces para la participación en sociedad, en la seguridad de que solo en el rol social la salud mental encuentra su equilibrio y plenitud. Es quizá la inclusión el sueño más compartido.
Por fin, debemos sumar a nuestra causa el mayor número de voluntades, en la certeza de que la conciencia colectiva nos llevará a un espacio de comprensión. La comprensión es la única palabra capaz de derrotar al estigma.
El bienestar se explica con sencillez: es sonreír sin esperar nada a cambio, es paridad en la perspectiva de género, es construir una naturaleza sostenible, es fundirse con el entorno, es abrirse al diálogo, es denunciar la precariedad que nos atenaza, es desoír el prejuicio, es lograr una educación basada en la diversidad, es disfrutar de un proyecto de vida independiente.
Todas las personas somos esenciales. Sí, todas las personas somos esenciales en la misión de la responsabilidad, la cooperación y el respeto.
Cuantos más pasos demos en la promoción, en la prevención, en favor de modelos de recuperación respetuosos, menos espacio habrá para la discriminación, la exclusión, y la injusticia.
Verdaderamente, la salud mental y el bienestar deben ser una prioridad global.
Nuestro recuerdo para todas esas personas como nosotras, cuyas luces, un día, dejaron de brillar. Ahora, caben en nuestros corazones.